A las 09,15 Pato y yo estábamos pedaleando en busca el último vadeo del arroyo de Tejada antes de iniciar la subida junto a la tapia de El Pardo, paso por segundo avituallamiento de la Colmenar y parada en el mirador de Valdeganar para engrasar mi pedalier que cruje en cuanto se moja. Bajamos con relativa calma y primera cuesta seria antes de girar a la izquierda en busca de la marmota. Subo yo primero y tengo que echar pie a tierra por "listo", quise subir con plato mediano, de pie y a golpe de riñón hasta que metí la rueda delantera en una escorrentía de agua. Pato detrás con su molinillo y buena técnica (hay cosas que no se olvidan) corona sin mayor problema, lo que me motiva para bajar de nuevo, y subir sentadito y con el molinillo: qué curioso!! así sube cualquiera

Giro a la izquierda y se acaba lo bueno, las pistas se convierten en un sendero cada vez más lleno de piedras que vamos sorteando como podemos, me va invadiendo una sensación de inseguridad que me confirma que he olvidado lo poco que sabía de circular por terrenos difíciles. Tan inseguro debía ir que hasta un jabalí curiosito, de unos 60-65 kg, arrancó del fondo de un arroyo y lo vimos subir entre las encinas en dirección al río. De la bajada a la marmota prefiero no hablar, malditos pedrolos, voy fatal de técnica, la horquilla me salva en un par de ocasiones de salir por las orejas en trazadas erróneas. Parada en el puente ya que el río está espectacular, trae agua como pocas veces lo he visto.
Comenzamos el sendero y más de lo mismo, si había cualquier dificultad, pie a tierra, voy justísimo en trialeras y senderos, añoro los días de subir por el Calvario y bajar por la Cañería, debí dedicar a esto algun día más. Llegamos al final del sendero donde hago un par de fotos a Pato que se lo ha hecho enterito sin poner un pie en el suelo salvo en una piedra infranqueable.
Comenzamos los toboganes, uhaaaaaaaa, esto es otra historia, pista y más pista donde tirar de desarrollos, me sorprendo a mí mismo con muchísima tralla metida en el cassette y postura flaqueril: con los antebrazos en el manillar, subiendo los toboganes casi a 20 km/h, bendita flaca cómo te pone las piernas

Hacemos la subida a Colmenar donde tanto sufrí el año pasado, sin embargo este año voy mejor, mucho mejor, incluso me suelto bastante en las zonas técnicas, dos vadeos supersónicos y estamos de nuevo en Colmenar. Sigo a Pato por el camino del Cementerio y bajamos hacia los vadeos de arroyo y giramos a la izquierda donde dos kilómetros de subida nos separan del hotel Foxá, los hago muy bien, a buen ritmo y sin agobiarme demasiado, esto de las subidas por pista sí que está trabajado con tanto puerto en la flaca. Llegamos al parking y me siento muy entero, espero que el domingo próximo me encuentre tan bien como hoy, si es así, me saldrá una buena Colmenar. Pato ya nos pondrá sus impresiones pero yo lo he visto muy bien, esperaba que fuera más atrancado después de tres meses en el dique seco.
1 comentario:
Eeeeh... nosotros estuvimos ahí haciendo en gran parte la misma ruta. Posiblemente hasta nos saludáramos.
Una pregunta, ¿como se calcula el peso de un jabalí?. Lo digo para así poner ese interesante dato en mi blog. Vamos, quien dice jabalí, dice una oveja o un toro, etc. >:-)
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